Hay dos maneras

Suscríbete Gratis Desde la infancia, una mentira silenciosa nos ha seguido: no eres suficiente. Padres, maestros, entrenadores, incluso seres queridos, muchas veces sin darse cuenta, señalaron más nuestras carencias que nuestros dones. “Eso no puedes hacerlo.” “Es demasiado difícil.” “No funcionará.” Repetidas una y otra vez, estas palabras se volvieron nuestra propia voz. Y así, muchos crecimos cargando el peso de la falta de valía. ¿Qué ocurre entonces? La mayoría mira hacia afuera. Más de tres cuartas partes de la humanidad elige este camino. Persiguen títulos, belleza, riqueza, pulen la máscara, alimentan el ego, con la esperanza de silenciar el susurro de insuficiencia. Corren una carrera sin fin para probar que son alguien. Y algunos van más lejos, construyendo una identidad de superioridad, más inteligentes, más atractivos, más ricos, más fuertes. Pero detrás de los trofeos y de las máscaras, la herida permanece. La vida se convierte en una lucha contra una i...