SERES BIOLÓGICOS O ESPIRITUALES?

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Una pregunta que ha intrigado al ser humano durante siglos y que tiene tantas respuestas como escuelas de pensamiento y/o personas es: ¿Somos seres biológicos o espirituales? La respuesta probablemente se encuentra en el grado de espiritualidad del que responde. Yo diría que la mayoría creerían que son ambos, muchos creerían que son puramente biológicos y unos pocos se verían a sí mismos como completamente espirituales. Este artículo abordará esta misma pregunta que ha desconcertado a la humanidad durante siglos.

Comencemos aclarando algunos conceptos. Aunque la mayoría de las personas no viven sus vidas con este misterio existencial en mente; para la mayoría, esta pregunta probablemente haya surgido varias veces durante sus vidas. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, la respuesta a esta pregunta proviene de algún tipo de sistema de creencias o identificación, y no de la experiencia. Cuando una respuesta proviene de cualquier otra fuente que no sea la experiencia, entonces la respuesta puede que sea correcta o no, pero, en cualquier caso, no ayudará de ninguna manera porque si no está en nuestra experiencia, no tiene ningún sentido independientemente de la veracidad de la respuesta y de su educación, inteligencia, creencias, etc.

Por ejemplo, si nunca ha probado el jugo de naranja en su vida, puede creer lo que quiera, pero nunca sabrá qué es realmente el jugo de naranja. El hecho es que puede leer todo lo que quiera, obtener toda la educación que quiera y, al final, creer todo lo que quiera, pero hasta que no lo pruebe, todo lo que ha leído, escuchado y/o creído no significa nada. No hasta que lo experimente. Solo en ese momento, cuando esté en su experiencia, sabrá y comprenderá qué es realmente el jugo de naranja. El mismo principio se aplica a cualquier creencia que no esté en nuestra experiencia.

También necesitamos aclarar qué es la espiritualidad. La espiritualidad tiene que ver con el espíritu humano y comienza cuando nos damos cuenta de que hay algo más grande que nosotros. Comienza a suceder cuando comenzamos a obliterar nuestros límites individuales para convertirnos en una parte integral del todo; cuando destruimos nuestras percepciones erróneas, malentendidos e identificaciones erróneas para convertirnos en uno con todo … cuando nos volvemos universales, una conciencia cósmica.

Finalmente, para responder a la pregunta a la mano, necesitamos dividir la humanidad en tres grupos según el grado de espiritualidad. El primer grupo, el grupo de los “no espirituales”, está compuesto en su mayoría por científicos, ateos y personas no religiosas/no espirituales, que solo creen en lo que se puede probar científicamente y/o no creen en nada espiritual en absoluto respectivamente. Las personas de este grupo argumentarían que solo somos seres biológicos o materiales que, como todo lo demás en la naturaleza, simplemente venimos y nos vamos. Ellos creen que venimos a tener esta experiencia y que, cuando terminamos, en nuestro fallecimiento, la vida simplemente termina, y nosotros también. No hay nada más allá. Esta experiencia aquí y ahora lo es todo, nada antes y nada después.

Para ellos, esta es la única vida que tenemos, por lo tanto, ellos confían completamente en la materialidad y físicalidad de esta experiencia. Para los científicos, todo se rige por las leyes de la naturaleza y todo tiene una explicación científica, incluso los eventos más misteriosos o inexplicables, si no ahora en algún momento en el futuro. Para todos los demás en este grupo, esta vida es todo lo que tenemos. Una vez que morimos, eso es todo. Por lo tanto, todo el fundamento de este grupo se basa en la “prueba” o no creencia respectivamente y, como tal, no creen en la reencarnación.

El segundo grupo, los “semi-espirituales”, está compuesto en su mayoría por personas que siguen algún tipo de religión, secta, disciplina, ideología o filosofía, y que son algo espirituales. No están listos o dispuestos a dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para explorar completamente este aspecto de sus vidas. Las personas de este grupo argumentarían que somos ambos, un cuerpo físico o biológico con un componente espiritual (también llamado: alma, espíritu, fuente vital, sustancia, esencia, conciencia, etc.). Este es el más grande de los tres grupos, incluso más grande que el primer y el tercer grupo combinados.

Este grupo confía y se identifica principalmente con el cuerpo y su fisicalidad, pero cree en la existencia de algo más grande que ellos mismos, un Dios o dioses, un estado del ser, una conciencia, etc. Desafortunadamente, por cualquier razón, no son capaces de hacer la transición al siguiente grupo y continúan viviendo una vida que es principalmente biológica con algún grado de espiritualidad. Por lo tanto, todo el fundamento de este grupo se basa en la “creencia” y, como tal, algunos de este grupo creen en la reencarnación y otros no, dependiendo de la religión, disciplina, secta, ideología o filosofía que sigan.

El tercer grupo, el grupo "espiritual", está compuesto principalmente por personas profundamente espirituales que reconocen la espiritualidad en el centro de sus vidas, existencia y todo en su experiencia. Las personas de este grupo argumentarían que somos seres puramente espirituales o energéticos con un cuerpo para tener esta experiencia humana. Pasan sus vidas buscando respuestas y explorando las profundidades de nuestro potencial y nuestra propia naturaleza divina. Para este grupo, nacer y morir no existen ya que la vida es eterna. Sólo estamos teniendo esta experiencia humana. Y para hacer eso, necesitamos un cuerpo, un vehículo, para poder tener esta experiencia.

Aunque suene similar, hay una gran diferencia entre ser biológico con algo de espiritualidad versus ser completamente espiritual con algo de materialidad para tener esta experiencia humana. Esta diferencia no puede ser más clara como la expresa Pierre Teilhard de Chardin en su declaración: “No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual. Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana". Por lo tanto, todo el fundamento de este grupo se basa se basa en “experimentar” y, como tal, la reencarnación está en el centro de su paradigma.

Como puede ver, cada grupo tiene su propio camino hacia el destino final. El primer grupo usa la prueba, el segundo la creencia y el tercero la experiencia. Los tres caminos pueden llevarlo potencialmente al mismo destino o meta final, pero para los dos primeros, es muy difícil llegar solo tratando de probar o creer. Solo el tercer camino, solo trabajando duro en su propio desarrollo, comprendiendo su propia naturaleza y viendo claramente lo que es importante y lo que no lo es, puede tener una mejor oportunidad de llegar al destino deseado, su propia conexión con su verdadera naturaleza, su naturaleza divina, su iluminación o santidad.

Lo que usted crea o no, no es importante. Al final, esta es su vida y su propia creación. Usted es el capitán de su vida y el timonel de su propio barco. Como tal, su vida es obra suya y usted es el único responsable de ella. Lo que quiera creer o no, es obra suya. Pero si esta y muchas otras preguntas existenciales no están en su mente día tras día, entonces no está buscando, no está cuestionando y, por lo tanto, no está en el camino, no está despierto o lo suficientemente despierto, no está trabajando en sí mismo, y no se esfuerza lo suficiente por su pleno potencial y lo único que es importante en la vida, su crecimiento, su evolución, su destino: ser uno con la creación... con el creador. ¡La verdadera transformación solo viene al destruir quién crees que eres para dar lugar a quién realmente eres!

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Autor: Mauricio Correa
Páginas Web: rutaauno.com
Blog: p2oblog.blogspot.com

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