Ruta A Uno Blog

 Suscríbete Gratis  La gratitud no es solo decir “gracias”. Es una forma de ver, una forma de vivir, una forma de ser. El agradecimiento suele ser una chispa, una respuesta inmediata a algo bueno, un gesto cortés para un momento pasajero. La gratitud, en cambio, es el fuego. No es situacional; es transformadora. El agradecimiento reacciona. La gratitud cambia la manera en que experimentamos la vida. La psicología positiva la define como “una mentalidad que prioriza la apreciación de los dones y oportunidades que ofrece la vida.” Pero la gratitud verdadera va mucho más allá. Como dice Sadhguru: “La gratitud no es una actitud. La gratitud es algo que fluye de ti cuando estás abrumado por lo que se te ha dado.” La gratitud surge cuando permitimos que nos toque el milagro de la existencia. Empieza con un cambio de enfoque: de la carencia a la abundancia, de lo que falta a lo que ya es. La gratitud es el amanecer que convierte la oscuridad en luz. Es la lluvia suave que vue...

> Suscríbete Gratis  ¿Qué sale de ti cuando la vida te aprieta? Eso es lo que realmente eres. Como dijo Wayne Dier, “Cuando exprimes una naranja sale jugo de naranja, porque eso es lo que hay dentro. Cuando te exprimen, lo que sale es lo que hay dentro”. La naturaleza nos muestra esta sabiduría de las formas más simples. Cuando exprimes una naranja, solo fluye jugo de naranja, nunca de limón, nunca de manzana, porque eso es lo que lleva dentro. Si empujas a un perro al límite, escucharás ladridos y mordidas, no arañazos como un gato ni patadas como un caballo. Cada ser revela su verdad cuando es presionado. ¿Y nosotros? Cuando la vida nos exprime, con traición, pérdida, injusticia o estrés, ¿qué fluye? Demasiadas veces salen la ira, el resentimiento, el miedo o el odio. ¿Por qué? Porque eso es lo que hemos permitido que viva dentro de nosotros. Lamentamos las guerras, la división y la injusticia en el mundo, pero las alimentamos a diario con egoísmo, codicia, juicio...

 Suscríbete Gratis  Cada corazón roto deja una cicatriz, pero las cicatrices no están hechas para cerrarnos, sino para recordarnos que debemos permanecer abiertos. “No cierres tu corazón, sin importar cuántas veces haya sido roto. Si lo haces, te robas la posibilidad de experimentar el amor y la vida en su plenitud” . De niños, el amor brotaba de nosotros como la luz del sol. Vivíamos asombrados, sonriendo sin razón, riendo con facilidad. Pero al crecer, el peso del juicio, el miedo, la culpa y la responsabilidad nos fue encorvando. Las sonrisas se hicieron más raras. El amor se volvió condicional, dependiente de alguien o de algo fuera de nosotros. Muchos comenzaron a sentir que la vida no es un regalo, sino un castigo. Sin embargo, esto es una ilusión. No somos seres terminados: somos un proceso, un despliegue. No estamos acabados: somos posibilidad infinita. La vida no nos pide encogernos en la mera supervivencia; nos llama a expandirnos en amor. El corazón no fue he...

 Suscríbete Gratis  El dolor puede tocarte, pero nunca debe definirte. Como escribió Paulo Coelho: “No permitas que tus heridas te transformen en alguien que no eres.” Tu pasado no tiene derecho a escribir tu identidad. Lo que te ocurrió no está destinado a atraparte en el victimismo. No importa cuántas veces hayas sido herido, no dejes que tus heridas se infecten de ira, amargura o rencor. Hay un dicho: “Si no sanas de lo que te hirió, sangrarás sobre aquellos que no te cortaron” . Demasiadas veces, son los más cercanos quienes sufren el peso de lo que aún no hemos sanado. En Japón existe un arte llamado Kintsukuroi : reparar la cerámica rota con oro. Las grietas permanecen, pero brillan. La pieza se vuelve más hermosa por haber sido rota. Así eres tú. No importa en cuántos pedazos la vida te haya quebrado. Lo que importa es si decides quedarte roto o permitir que tu sanación te haga resplandecer. No eres tus heridas. Eres más grande que tu dolor. Como el proverbio Ze...