Mentir va mucho más allá

Suscríbete Gratis Las mentiras no son solo personales, son sistémicas. Habitan en las familias, en las instituciones, en las corporaciones, en los medios, en los gobiernos, incluso en las naciones. Los padres mienten para proteger, los líderes para controlar, los profesionales para encubrir errores, las instituciones para preservar poder. La verdad amenaza agendas, por eso se eligen las sombras en lugar de la luz. La mayoría lo sabe, y aun así muchos eligen el silencio. Algunos cierran los ojos, beben el Kool-Aid y fingen no ver. Otros están completamente cegados, atrapados en propaganda y medias verdades. En ambos casos, la manipulación prospera. La mentira se alimenta de tu confianza, tu amor, tu necesidad, tu empatía. Convierte tus virtudes en cadenas. Y toda mentira tiene un precio. La confianza se rompe. Las relaciones se fracturan. Las comunidades se dividen. La inocencia se pierde. Tóxico es tóxico, ya sea susurrado por un amigo, predicado por una institución o ...