Muchos quieren un pastel

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La vida nunca nos entrega un pastel. Nos da los ingredientes… y espera a ver qué creamos con ellos.

Somos completamente responsables de nuestra vida, de quiénes somos y del camino que recorremos. Nadie más lo es. Y, sin embargo, la mayoría quiere el pastel ya hecho. Queremos felicidad, éxito y amor en una bandeja perfecta, sin el trabajo de mezclar, amasar o esperar el horno del tiempo. Cuando la vida nos ofrece harina, azúcar o incluso hierbas amargas, resistimos. Exigimos el pastel, no los ingredientes. Olvidamos que el pastel no se entrega… se hornea.

Algunos dejan que sus ingredientes se pudran en el abandono. Otros los mezclan sin cuidado y luego se quejan del sabor. Otros, con paciencia e intención, convierten lo recibido en algo nutritivo, bello e incluso extraordinario.

Sí, a veces la vida nos da ingredientes amargos, pérdidas, rechazos, fracasos, desilusiones. Pero incluso la amargura puede aportar profundidad, sabor y sabiduría si se lo permitimos. Se dice a menudo que “la vida no nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos.” Sea o no literalmente cierto, es una forma liberadora de vivir. Cada desafío es materia prima esperando ser transformada.

El sufrimiento no proviene de los ingredientes, sino de nuestra resistencia a ellos. De contarnos la historia de que estamos rotos, que no valemos, que nos falta algo. La verdad es que ya tienes todo lo que necesitas. Eres perfecto tal como eres, completo, capaz y lo bastante poderoso para transformar lo que la vida ponga en tus manos.

La felicidad no se hornea con posesiones, belleza o fama. Se eleva desde dentro, desde la autoestima, la gratitud, la presencia y el amor sin límites. La plenitud llega cuando dejamos de pedir el producto terminado y empezamos a crear con lo que ya tenemos.

Así que reflexiona: ¿qué estás haciendo con los ingredientes que la vida te ha dado? ¿Los desperdicias en quejas o estás creando algo magnífico? Un día, tu mesa estará servida, y compartirás la vida que horneaste. ¿Será nutritiva, bella, digna de compartirse, o quedará a medio hacer?

La receta es tuya. El horno está listo. La elección siempre está en tus manos.

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Autor: Mauricio "Mao" Correa
Páginas Web: rutaauno.com
Blog de Artículos: rutaaunoblog.blogspot.com

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