Creador de Vida

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Tú Eres el Creador de Tu Vida
(Una invitación a recordar quién eres)

No naciste para andar a la deriva—naciste para crear. Hay una inteligencia sagrada fluyendo a través de ti. Vive detrás de tu respiración, debajo de tus pensamientos y dentro de tu latido. No eres solo un cuerpo, un nombre o una historia—eres la conciencia misma, dando forma a la realidad a través de la intención, la elección y la presencia.

Sí, el mundo ha intentado moldearte—por medio de la cultura, la educación, las expectativas y el dolor. Tal vez heredaste creencias que ya no te sirven, cargaste heridas que nunca fueron tuyas o viviste bajo el peso de voces que te dijeron quién debías ser. Pero aun así…No eres tu condicionamiento. No eres tu miedo, tu pasado ni tus limitaciones. Eres quien ve, quien elige y quien despierta.

Caminar el sendero de la verdadera libertad es volver al centro de tu ser, recordar que el poder de la creación siempre ha vivido en ti. Eres el escultor, no la escultura. Eres el capitán, no el vehículo. Eres la voz, no el eco. Eres el artista de tu vida.

Así que recuerda:

  • Tu cuerpo es tu sagrado vehículo, el hogar viviente de tu alma. Hónralo. Nútrelo con alimento limpio, fortalécelo con movimiento consciente y renuévalo con descanso profundo. No lo trates como un objeto a controlar, sino como un templo a cuidar. Cuando lo escuchas, te habla. Cuando lo amas, sana.
  • Tu mente es tu instrumento de creación. Entrénala. Creerá lo que tú le digas, así que aliméntala con esperanza, guíala con claridad y tranquilízala con silencio. Permite que tus pensamientos estén alineados con la verdad—no solo la del mundo, sino la de tu alma. Cuando la mente se aquieta, la sabiduría habla.
  • Tus emociones son mensajeras, maestras y guías. Siéntelas. No son enemigas que hay que suprimir, sino energía que se transforma. Aliméntalas con paz, abrázalas con compasión y déjalas fluir con gracia. La emoción es energía en movimiento. Si fluye, te libera.
  • Tu corazón es tu brújula y tu centro. Confía en él. Late al ritmo de tu música más profunda. Cuando vives desde el corazón, la vida recupera su belleza. Aliméntalo con empatía, suavízalo con paciencia y llénalo de amor. Que sea tu guía—no hacia la comodidad, sino hacia la autenticidad.
  • Tu vida es tu lienzo, tu camino, tu fuego sagrado. Moldéala. Siempre reflejará la energía que viertas en ella. Aliméntala con positividad, enraízala en la integridad e ilumínala con amor. No estás aquí para conformarte—estás aquí para recordar, para despertar, para brillar.

Que esta sea tu oración diaria, tu mantra interior:

No soy víctima de la vida—soy cocreador junto a ella.
No espero el cambio—me convierto en el cambio.
No busco el amor—recuerdo que yo soy amor.

No estás simplemente vivo—eres la Vida misma recordando su luz. No estás simplemente cambiando—estás despertando. No estás roto—te estás desplegando. No eres pequeño—eres el universo en forma humana. Completo. Digno. Radiante. Divino.

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Autor: Mauricio "Mao" Correa
Páginas Web: rutaauno.com
Blog de Artículos: rutaaunoblog.blogspot.com

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