La Ilusión de la Realidad

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¿Qué pasaría si el mundo que ves no fuera el mundo tal como es, sino el mundo que tu mente crea? Tus órganos sensoriales mienten. Pero no es una traición. Es la forma en que el cerebro construye la realidad.

Nos enseñan que vemos con los ojos, que oímos con los oídos, que olemos con la nariz, que saboreamos con la lengua, y que sentimos con nuestra piel. Pero la verdad es otra. Los ojos no son quienes ven; solo captan la luz. Los oídos no oyen; solo reciben ondas. La nariz es un sensor. La lengua y la piel, receptores. Es tu cerebro el que interpreta estos fragmentos y los transforma en un mundo que se siente sólido y real.

La neurociencia llama a esto procesamiento predictivo. Tu cerebro no es un espectador pasivo. Es un pintor que completa lo que falta con modelos predictivos basados en memoria, emoción, expectativa e imaginación. Toma señales dispersas y las convierte en tu realidad personal. Por eso funcionan las ilusiones ópticas. Por eso dos personas pueden estar en el mismo lugar y vivir mundos completamente distintos.

No estás viendo la vida como es. La estás viendo como eres. Todo es una ilusión. La ves a través de tus miedos. De tus anhelos. De tus creencias, experiencias, heridas, esperanzas y sueños. Tu percepción no es neutral. Está viva.

Por eso importa tanto lo que alimenta tu mente y tu corazón. Cuando entrenas a tu cerebro para buscar belleza, bondad y posibilidad, comienza a hacerlo como una lente que entra en foco. La gratitud suaviza las sombras. El perdón despeja la niebla. El amor colorea lo que antes parecía gris.

Lo que llamamos “realidad” es, en parte, una construcción interna. Si tu mundo interior está lleno de resentimiento, miedo, juicio o ira, todo lo que veas tendrá ese tono. Pero si lo llenas de luz, el paisaje cambia. El mismo mundo, otra realidad.

Tú sostienes el pincel. Tú eliges los colores. No se trata de negar el dolor ni de fingir perfección. Se trata de recordar que incluso en la oscuridad, tienes el poder de pintar estrellas.

Así que elige con sabiduría. Elige la belleza. Elige la luz. Elige el optimismo. Elige la paz, el amor…la posibilidad. Pinta el mundo que deseas habitar. Porque al final, el mundo que ves es el reflejo del mundo que construyes dentro de ti.

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Autor: Mauricio "Mao" Correa
Páginas Web: rutaauno.com
Blog de Artículos: rutaaunoblog.blogspot.com

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